LEYENDAS
LA MANO EN LA REJA
En una casa al inicio de la conocida calzada de guadalupe, en morelia, moraba hace muchos años, muchisímos años un hidalgo tan noble como el Sol y tan pobre como la luna, sus abuelos allá en la madre patria, habían hospedado en su casa a don Carlos V y a don Felipe II, su padre había sido real trinchante, camarero secreto y guardia de corps de don Felipe V, y él, últimamente había desempeñado en la corte un cargo de honor que, despertando las envidias primero y las iras después, de los privados y favoritos, había tenido que refugiarse en este rinconcito de la Nueva España que se llamó Valladolid, para ponerse a cubierto de unas y otras. Era don Juan Nuñez de Castro, hidalgo de esclarecido linaje y sangre más azul que la de muchos.
Vinieron con el de España, su esposa doña Margarita de Estrada y su hija única doña Leonor.
LEYENDA DE CATEDRAL
Cuentan que la condesita de Linares, Doña Martha Jimena de Monserrat, sobrina del Virrey don Joaquín de Monserrat, Marqués de Cruillas, llegaba a la ciudad de Morelia porque se lo había prescrito un médico, ya que estaba postrada y convaleciente de una larga enfermedad y según los doctores, sólo en Morelia podría recuperarse por el mejor clima recomendado. La condesa tenía fama de ser muy bella y más generosa, el Virrey la quería como si fuera su propia hija, ya que la condesa era huérfana, tenía veinticinco años y su sencillez cautivó a las gentes del lugar. Dicen, que la Catedral de Morelia estaba engalanada para recibirla y el sacristán Pedro González y Dominguez, se quedó extasiado mirándola.
LA FUENTE DEL ÁNGEL
La Fuente del Angel fue construida por el Cabildo de la Ciudad de Morelia en 1871 para surtir de agua a los vecinos de la rinconada que forman las antiguas calles denominadas del Tecolote y del Alacrán, ahora García Obeso esquina con Guerrero, en terreno que perteneció a la huerta del Convento de San Agustín. El nombre de Pila del Ángel, se debe a que una leyenda de los vecinos narra que un ángel bajó desde lo más alto de los cielos para extraer de las aguas de la pila a una niña que se ahogaba.